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La prensa no tiene mala memoria

2010-02-26

Luego de que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari volvió a destapar la cloaca de su sexenio, vale la pena recordarle algunos de los registros más notables que existen de su actuación como presidente de la República y los recuerdos que vienen a nuestra memoria después de verlo tan campante frente a las cámaras de televisión justificándose perversamente.
Aquí está un artículo que con elocuencia describe su mandato y forma parte de una página de la historia periodística de este país en el capítulo de los ex presidentes y su legado.
Carlos Salinas, al "salón de la fama" de Harvard,
pero entre los indeseables

21 de Marzo 2007.- En su edición de primavera, 02138, una revista de ex graduados de la Universidad de Harvard dedicó un artículo y publicó su primera lista negra de ex alumnos indignos de la herencia y designó al ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari como miembro prominente de su primer "salón de la fama de indeseables".
Salinas, quien estudió una maestría y un doctorado en Harvard en la década de los setenta, fue presidente de México entre 1988 y 1994.
"Los graduados de Harvard tienen una reputación de llegar particularmente alto, pero el boletín oficial de alumnos rara vez ofrece una buena historia sobre los quemados". Refiriéndose a Carlos Salinas de Gortari la revista cita lo siguiente:
"Salinas representa como nadie lo que es la lista”, señaló Bom Kim, el presidente y fundador de la publicación. El ex mandatario "subió hasta llegar a ser presidente de México (...) y por sus actos, arrogancia e incompetencia" se desplomó adonde pocos ex graduados han caído. Peor aún, "su respuesta tras caer en desgracia y una actitud sobrada y pretenciosa, lo hicieron un candidato ideal a nuestro primer salón de la fama". "Corrupción, tiranía templada y desarticular una importante economía en desarrollo" son los cargos que lo hacen acreedor a la lista de indeseables. "Salinas trató astutamente de encubrir el error de diciembre", cuando su sucesor, Ernesto Zedillo, tomó el poder, "pero el público sabía quién era el responsable".  "Después de ello, tuvo la osadía de mantener una risible campaña por la secretaría general de la Organización Mundial de Comercio", añade.
La lista de ex alumnos incluye, entre otros, al ex líder de las fuerzas invasoras de Estados Unidos en Irak, Paul Bremmer; al ex cardenal de Boston Bernard Francis Law, y al ex director ejecutivo de la petrolera Enron, Jeffrey Skilling.
Ahora, quince años después, Salinas, con la amargura que guarda a sus detractores, vuelve a aparecer en escena a iniciativa propia y diserta con el vituperio que lo caracteriza sobre el lastre que fue su sexenio, en donde solo sus amigos y compinches sacaron buen provecho de su gobierno y se enriquecieron a sus anchas. He aquí otra historia más de lo que fue su desempeño.
Y aún hay más
Guillermina Baena Paz, Profesora e Investigadora del Centro de Estudios Políticos y Coordinadora del Seminario de Estudios Prospectivos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, describió a Carlos Salinas de Gortari en un artículo que tituló “El innombrable Carlos Salinas de Gortari”,  ¿quién es en realidad?...
Estas son sus deducciones y precisiones que hace sobre el tristemente celebre y desafortunado ex mandatario.
Lo verdadero
Inteligente, astuto, estratega, titiritero, ingeniero de la política. Liberalista social en público, abogado de causas perdidas y desesperadas con su hermano.
Su estrategia de gobierno la dividió en cinco puntos:   
1.- Golpes espectaculares a los feudos históricos: la Quina, Jongitud Barrios,  José Antonio Zorrilla y   Miguel Nazar   Haro,    entre otros. 
2.- Asentó su estrategia en un soporte básico constituido por su círculo compacto y sus operadores político (Córdoba Montoya) y económico (Raúl Salinas). 
3.- Trabajó antes de llegar al poder con alianzas en la SPP y en el IEPES. 
4.-  Se allegó a sus amigos apoyándolos paraacrecentar su riqueza tanto banqueros como empresarios.
5.  Previno cambios al PRI con una nueva élite tecnocrática que rompe con las reglas implícitas del poder, con el desgaste al modelo corporativo para evitar dar cuotas de poder y con un nuevo proyecto ideológico que autodenominó el liberalismo social.
Malvados periodistas sin duda, lo anunciaron como el primer ratón que mata una gata. Por aquello de sus enormes orejas y la historia cuando chico que había disparado en contra de una jovencita que ayudaba en las labores domésticas. Cuando esto se hizo público, se pensó que era una venganza de la Quina en la cual había participado el grupo Vid a cargo de Guillermo González de la Parra, grupo editorial especializado en comics.
Planeó llegar al poder y le dijo a su tío Antonio Ortiz Mena, tardamos (se refería a su círculo compacto, los llamados Toficos, por aquél comercial de estos chiclosos que decía: ¡¡mmmh, qué ricos!!) veinticuatro años en llegar al poder, nos quedaremos otros tantos.
Ejerció sus poderes constitucionales: promulgó leyes, nombró y removió libremente al gabinete central y de organismos descentralizados, removió 40 funcionarios, aprobó ministros de la Suprema Corte, diplomáticos, oficiales de fuerzas armadas y al procurador.
Ejerció también sus poderes meta constitucionales: como Jefe máximo del PRI designa a su sucesor, tuvo la mayoría priísta en el Congreso, el control del Senado, la facultad para determinar el modelo económico, el control de los medios de comunicación, el control de recursos de la Federación, el manejo del gobierno del Distrito Federal hasta 1997, instauró comisiones y organismos no contemplados por la Administración Pública y decidió, impuso y quitó gobernadores a su gusto, lo hizo con 17 durante su gobierno, por diferentes razones: derrotas parciales en 1988, conflictos político-electorales en Yucatán, Guanajuato, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco, de orden político funcional para incorporarlos al gabinete como Jalisco, estado de México, Tlaxcala, Chiapas, Zacatecas; por confictos social-políticos en Jalisco y Chiapas y por concertacesión en Guanajuato (Felipe Calderón Hinojosa).
 
Dio –aconsejado por Camacho Solís– “golpes espectaculares a los feudos históricos” como el de la Quina, que lo llevó a la cárcel para minimizar su poder sindical y luego metió a la cárcel a González de la Parra con el pretexto de que no había pagado impuestos.
La venganza fue su platillo favorito y se sirvió del poder para ser lo que fue y sigue siendo: perverso y malévolo.
Se congelaron los contratos de Pemex y se creó una red Pemex internacional que abrió contratos a grupos monopólicos extranjeros.
  
El mismo TLC, señala Indigo Media, llevaba como objetivo la reforma energética que ya estaba acordada con George  Bush  padre,  quien  tenía  sus  intereses  petroleros puestos en nuestro país.
Entregó el monopolio de telecomunicaciones y el blindaje a su amigo Carlos Slim sobre quien recae la sospecha de ser su prestanombres. Desde luego, siempre lo han negado. Pero hay evidencias de la cercanía que tenía Slim con los Salinas y sobre todo de la sumisión con Raúl y los movimientos para benefciar al ahora más rico del mundo fueron muy obvios en el periodo salinista. Casi le regaló los dos enormes terrenos de las fábricas de papel de Loreto y Guadalupe (Insurentes Sur  y esq. Periferico, nada más ni nada menos), también el de Cuicuilco (Vox Populi). Así como algunas otras empresas. Lo bueno sería que Slim invirtiera en México, sin embargo, ocupa su capital para comprar más empresas en otros países.
Gracias a Telmex y al usufructo de la telefónica nacional, Calos Slim, de la quiebra "antes de adquirirla", es ahora el hombre más rico del mundo, con más de 100,000 millones de dólares en la bolsa, y la mayor parte de de sus inversiones, como ironia, están fuera de México.
Le dio los bancos a sus amigos y prácticamente en todos hubo fraudes: Angel Isidoro Rodríguez apodado El Divino (Banpaís), Jorge Lankenau (Confía Abaco), Carlos Cabal Peniche (Banco Unión), Adrián Sada (Serfin) Alfredo Harp Helú y Roberto Hernández (dueños de Banamex/Accival) Claudio X González (Kimberly Clark y Operadora Casa de Bolsa) Gerardo de Prevoisin (Aeroméxico), Enrique Garza Lagüera (Bancomer), Grupo Interacciones, Roberto Alcántara (Bancrecer), Raymundo Gómez (Banca Cremi) y José Madariaga (Probursa).
Y en forma especial, privelegiada y amistosa, favoreció a sus amigos como Carlos Slim (Telmex/Carso), Carlos Peralta Quintero (IUSA), Roberto González de la Barrera (Maseca/ Banorte), Alberto Abed (Taesa), Ángel Losada (Gigante), Eduardo Molina Sobrino (Pepsico/Grupo Escorpión y los ingenios azucareros más productivos), Ricardo Salinas Pliego (de quien se dice es su primo y a quien se le vende en extrañas circunstancias lo que ahora es Televisión Azteca). Asimismo, le devolvió el poder a la iglesia y se confabuló con Girolamo Prigione, representante papal.
Su gobierno protegió al Cártel del Golfo, a través de la dueña de una galería que con el pretexto de venderle cuadros al Secretario de Comunicaciones y Transportes entraba a negociar el paso de los aviones cargados con la droga. Se dice que le cobraban 300,000 dólares a cada avión que aterrizaba. Algo de esto estaba implícito en la telenovela de Argos, Nada personal, que pasó por esa época.
Desde finales de la revolución ningún gobierno había sido marcado por tantos asesinatos como el de Salinas: el ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio (su hijo putativo quien después se le quiso rebelar) y José Francisco Ruiz Massieu (ex cuñado de Salinas y asesor de Colosio), el cardenal Posadas Ocampo (quien tenía una narco-lista de mexicanos involucrados en el narcotráfico, quien le había entregado un narcotraficante de Colombia a cambio de que negociara impunidad para él y su familia) los 800 perredistas a quienes se les persiguió y reprimió (mueren Ovando y Valle) y no se quiso reconocer su lucha como oposición política.
Mientras aparecía como el salvador, el dedo divino que acabaría con la pobreza a través del programa Solidaridad, durante tres años sólo él estuvo en la primera plana de los periódicos, ningún otro funcionario. Lo hacía por instrucciones de Otto Granados, su entonces director de Comunicación. Pero en los interiores se contaba la historia de cómo se vendía el país a grupos extranjeros y privados.
Desde abril, antes de llegar al final de su sexenio, El Financiero publicaba que el peso no aguantaba más, urgía una devaluación. Salinas no quiso porque eso afectaría a las elecciones. Posteriormente Zedillo (20 de noviembre de 1994) le insistió en la devaluación y Salinas se negó a ella. El peso se sostenía con alfileres, en votación y en situaciones difíciles, hasta que se vino el llamado “error de diciembre” del cual fue culpado el gobierno entrante dado que llevaba 19 días en el poder. De tal forma Zedillo rompió con Salinas y su hermano consentido Raúl fue a prisión por homicidio y lavado de dinero.
Lo falso
Desde el momento en que llega al poder, Salinas está rodeado de un halo de ilegitimidad que nunca se podrá comprobar dado que extrañamente se quemaron las boletas electorales.
En tres años de trabajo se va su imagen de presidente ilegítimo dentro y fuera del país, y se pulsa el ambiente para que la gente opine hasta por una reelección de manera favorable. No hay duda que la percepción puede cambiar mediante una buena estrategia mediática. Tres años de control y relaciones públicas, de salir en Time como el hombre del año, de hacernos creer mediante la propaganda de Solidaridad que este país salía adelante.
Un sexenio de engañarnos en el sueño de haber llegado al primer mundo pues ya formamos parte del Club exclusivo de países ricos como es la ocde, de firmar un TLCc que fue fast-track en Estados Unidos con el engaño de que beneficiaría al país, de minimizar la pesadilla del 1 de enero de 1994 sobre la guerrilla del el movimiento que aun se sospecha fue creado por el salinismo con la vieja fórmula priísta y dinosaúrica de “crea un conflicto para que tú lo controles”.
El exilio en Irlanda es otra falsedad, desde ahí controla los hilos de poder de su grupo. A través de gente como Elba Esther Gordillo o Beatriz Paredes, el poder del salinismo nunca sale de este país y  aprovecha la inexperiencia del gobierno panista para infiltrar a sus cuadros.
Otra falsedad es hacernos creer que el México que dejó pasar todas las oportunidades apareció el 1 de enero de 1994.
Salinas como mito social
El chupacabras fue un fenómeno psicosocial que surgió en el momento de crisis y el imaginario social lo formó y lo ubicó en situaciones a veces increíbles.
El chupacabras que tenía forma de murciélago o más bien vampiro y que lo mismo se le veía en la colonia Obrera que en Sinaloa, ahí se empezó a sospechar que viajaba por Taesa.
Los campesinos del estado de Jalisco tomaron en serio el fenómeno y empezaron a matar murciélagos, siendo que estos son depredadores de un animal que acaba con el agave. La cosecha de agave se fue a pique y en un momento cuando el tequila mexicano se estaba colocando en el mercado con alto nivel no pudo satisfacer la demanda y se vio obligado a hacer mezclas.
Los medios de comunicación callaron el fenómeno para no seguir produciendo mayores daños y finalmente el mito encarnó en la figura del chupacabras que tuvo nombre y con rostro con Salinas, y también tuvo su cumbia.
Salinas como mito de Salinas
La Década Pérdida. Neoliberalismo y populismo en México, 1995-2006 es el nombre de último libro de Carlos Salinas de Gortari es ahí donde construye su propio mito. El libro expía sus culpas, y con efectos de Royphnol borra los recuerdos de nosotros las víctimas, alude al imaginario social con recuerdos que nunca han sucedido para construirse una imagen de mártir, de chivo expiatorio.
El miércoles 6 de marzo del 2008, en una entrevista que Carlos Salinas de Gortari concedió a CNN, el expresidente amplió sus cuestionamientos al expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, afirmando que durante el gobierno de Zedillo “no sólo me sentí, fui perseguido con una estrategia de todo el aparato de Estado”.
Y así denuncia: “Las administraciones que siguieron a la suya han tenido oportunidades extraordinarias para el país y no se aprovecharon. Entre 2000 y 2006 el crecimiento económico fue el más bajo desde 1934”.
Se le olvida que él fue el impulsor del neoliberalismo, el origen de nuestro trauma nacional cuando los créditos nos embarcaron y después nos llevarían a la depresión social.
A nosotros no se nos olvida que la prioridad de Salinas en el gobierno foxista era su hermano incómodo. Aunque lo disfrace de una verdad: ¿dónde están los millones de dólares que salieron de las ganancias del petróleo en el sexenio de Fox?
En su libro aunque hay claras alusiones a Zedillo y a  Andrés  Manuel,  no  dice nombres. También  ahí  hubo innombrables seres que se quieren borrar de la historia.
Epílogo
El problema es que mediante estrategias mediáticas y falsos escritos testimoniales, la memoria histórica de este pueblo se quiere borrar para siempre. Sin embargo aun en el imaginario nos quedan los millones que se fueron a la ruina, los que se suicidaron, los que no se han podido recuperar de la crisis. ¿Será acaso tan fácil que se pueda olvidar? Aun pareciéndonos recuerdos vivos, su reconstrucción partirá de la acción actual, eso es lo riesgoso en este caso.
México no lo olvida, y si lo habíamos olvidado, el sólo hizo que volviéramos a recordarlo, al verlo de nueva cuenta en la pasarela con la creencia de que nos vamos a creer su cuentos y exculpaciones sentimentales. Ahora resulta que él no fue, que fue un "cerillo" el que incendió el país. Que el TLC fue bueno, que los malos fuimos nosotros que no supimos aprovecharlo y por eso el campo esta sumido en el abandono y quebrado.

Su recuerdo vuelve a nuestra mente  y es lamentable su falta de escrúpulos y menosprecio a la memoria de los mexicanos que nunca olvidaremos su infame sexenio.