AMLO-Peña Nieto: alianza contra natura
Jorge Chabat
Uno de los principios fundamentales del realismo político es que la actuación de un político debe
ser juzgada no de acuerdo con sus intenciones, sino de acuerdo con sus consecuencias políticas. Y la
verdad es que un hombre dedicado a los asuntos públicos, que no toma en cuenta las consecuencias
de sus actos, está destinado a cavar su tumba política en el mejor de los casos, y a propiciar el
malestar de la población en el peor de éstos. Este parecería ser el caso de la postura de López
Obrador de rechazo a las alianzas del PRD con el PAN en el Estado de México. Dicho planteamiento
llama la atención por varias razones. Por un lado, es curioso que se haga después de tres casos
exitosos de alianzas PAN-PRD en las elecciones de este año: Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Con motivos
de las alianzas en esos tres estados, López Obrador no amenazó con “pedir licencia” al PRD si se
daban, como sí lo ha hecho en el caso del Estado de México. Incluso, en el caso de Oaxaca, parecía
particularmente entusiasmado con la idea de que Gabino Cué fuera el candidato azul-amarillo, y en
el caso de Hidalgo, también lo estaba con la posible candidatura de José Guadarrama, a quien el
propio AMLO le abrió las puertas del PRD después de un pasado oscuro como militante priísta. Por
eso llama ahora la atención su decidida oposición a la alianza en el Estado de México. La sorpresa es
todavía mayor cuando se trata de una elección decisiva para el futuro de la candidatura de Enrique
Peña Nieto a la Presidencia de la República. Si uno dejara atrás los discursos y se ciñera sólo al
análisis de las consecuencias de la postura de AMLO, todo indicaría que lo que busca el ex candidato
perredista a la Presidencia de la República es allanar el camino de Peña Nieto a la Presidencia de la
República. Esa sí que sería una alianza contra natura: AMLO y Peña Nieto, ¿o no?
... La pregunta de fondo, sin embargo, es si López Obrador está dispuesto a apuntalar la
candidatura de Peña Nieto con tal de fastidiar al PAN y al grupo más moderado del PRD. Todo indica
que así es. De hecho, el que lance por su cuenta a un candidato en el Estado de México, contribuirá a
reducir las posibilidades de éxito de una posible alianza PAN-PRD, lo cual le dará baterías para la
lucha interna contra los “entreguistas” de Jesús Ortega y compañía. En este sentido, todo parece
indicar que la postura de AMLO frente a las alianzas tiene más que ver con su lucha dentro del PRD
que con su lucha por la Presidencia para el 2012, la cual, muy probablemente, ya la dio por perdida.
Por absurdo que parezca, AMLO estaría, más bien, pensando en reposicionarse en el PRD con miras
al 2018. El Universal