Aunque se le quiera señalar como un impuesto especial para ayudar a los pobres, la tasa del 2 por ciento
general es un IVA puro y decantado La Secretaría de Hacienda (SHCP) publicó un documento sobre el Paquete
Económico 2010. La intención es responder en forma sencilla 10 preguntas que cualquier ciudadano se puede
formular. Pero el folleto, lejos de despejar dudas, pone en claro las aberraciones de la iniciativa de
Ley de Ingresos. Enumero y gloso a continuación los puntos más controvertidos.
1. ¿Por qué el gobierno propone más impuestos para el 2010? Respuesta de SHCP: porque se agotó el petróleo
y 35 por ciento de los ingresos federales provenían de Pemex. No hay otra opción que incrementar los impuestos.
La pregunta y la respuesta esquivan el tema central: ¿por qué el gobierno y el Congreso no hicieron nada
para evitar la caída en la producción mediante la exploración y perforación de nuevos pozos? El agotamiento
de Cantarell era un secreto a voces desde 2006. La última reforma energética en lugar de enfrentar el problema
optó por paliativos. Sin embargo, Felipe Calderón la festejó como una victoria de todos los mexicanos.
2. ¿Los ciudadanos vamos a poner más que el gobierno? Respuesta de SHCP: el gobierno ajustará su gasto en 218
mil millones de pesos. Así que por cada peso que aporten los ciudadanos el gobierno estará reduciendo su gasto
en 1.24 pesos.
La respuesta correcta es otra: los ciudadanos no vamos a poner más, vamos a poner la totalidad de los nuevos
impuestos. El gobierno no es un contribuyente, vive de nosotros, los contribuyentes. Pero vayamos a los números.
El 90 por ciento (o más) del presupuesto de los estados de la República proviene de aportaciones federales.
El gasto de esos gobiernos es poco transparente y no hay controles ni rendición de cuentas. El despilfarro y
la corrupción proliferan.
Además, los partidos recibirán el próximo año 9 mil millones de pesos y el Congreso un monto similar (en el 2009
el presupuesto de las Cámaras de diputados y senadores ascendió a 9 mil 304 millones de pesos, esto es, cada
legislador nos cuesta un millón 234 mil pesos al mes).
3. ¿En qué se va a gastar el dinero? Respuesta de SHCP: en promoción del desarrollo, seguridad e impulso al
crecimiento económico. Oportunidades y el Seguro Popular recibirán más recursos.Suena bien, pero el argumento deja de ser convincente cuando se examinan otras cifras. Dos son particularmente
ilustrativas. La Secretaría de Educación Pública tuvo este año un presupuesto de 200 mil millones de pesos.
Sin embargo la OCDE ha mostrado y documentado que los estudiantes que terminan la educación primaria son incapaces
de leer, escribir y hacer operaciones aritméticas.
El otro caso escandaloso es la Compañía de Luz y Fuerza del Centro que recibió 42 mil millones de pesos del
gobierno federal. La empresa está quebrada, presta un pésimo servicio y tiene un contrato colectivo leonino.
La jubilación de los trabajadores es a los 55 años. De hecho, Luz y Fuerza podría operar con una cuarta parte
del personal que tiene contratado.
4. ¿La contribución al combate a la pobreza es igual que el IVA? Respuesta de SHCP: no. Porque tiene un destino
específico y porque el 2 por ciento se aplicara a todos los bienes y servicios, incluyendo alimentos y medicinas.
Ésta es, sin duda, la peor parte del folleto y de la iniciativa del presidente Calderón. Se nos quiere vender
gato por liebre. Viene a cuento el viejo dicho: si grazna como pato, camina como pato y tiene plumas... ¡es un pato!
Si el nuevo impuesto grava el consumo de bienes y servicios y, además, se hace extensivo a medicinas y alimentos...
¡es un IVA!
La diferencia con el "otro IVA" es que estaría bien aplicado y eliminaría la evasión fiscal que permite la tasa cero
en alimentos y medicinas. Pero para efectos reales, los consumidores estaremos pagando un IVA del 17 por ciento en
todos los productos más un 2 por ciento en medicinas y alimentos. Así que no hay que hacerse bolas: es IVA puro y
decantado.
5. ¿Las nuevas medidas fiscales van a afectar más a la clase media? Respuesta de SHCP: no, la intención es que paguen
los grupos de mayores ingresos. Falso de toda falsedad. La clase media sí se verá afectada. El Impuesto Sobre la Renta pasa del 28 al 30 por ciento,
pero además se gravan con impuestos especiales celulares, internet, cigarros y licores. Para el caso de los cigarros
se plantea un aumento de 80 centavos por cajetilla hasta llegar a un total de 2 pesos en el cuarto año.
Pero además, el incremento del IVA del 15 al 17 por ciento afectará a toda la población, particularmente a la clase media.
Sin embargo cabe reconocer que en el caso de los sectores más pobres este impuesto les sería ampliamente compensado con
programas como Oportunidades.
6. Las medidas fiscales siempre son sobre los mismos, ¿se propone algo para que ahora se distribuya la carga fiscal?
Respuesta de SHCP: sí, la tasa del 2 por ciento que se aplicara a todos los productos y el Impuesto a los Depósitos
en Efectivo (IDE) que pasará del 2 al 3 por ciento.
Los argumentos de Hacienda enfurecen. De los 43.2 millones que conforman la población económicamente activa (PEA) sólo
el 20 por ciento (entre 8.6 y 9 millones) son contribuyentes activos, es decir, presentan su declaración y pagan impuestos
ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Frente a ellos hay 27.5 millones que están en la informalidad.
En suma, en México pagamos pocos y pagamos mucho.
Mientras las cosas sigan como están, ni la Secretaría de Hacienda ni el presidente de la República ni el Congreso tendrán
argumentos racionales para cobrarnos más impuestos. El Estado mexicano, además de obeso e ineficiente,
es un barril sin fondo.