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EN PELIGRO DE EXTINCION

 
 
   
 
 

 

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Fieras vs jaguares

Fray Bernardino de Sagahún describe al jaguar (Panthera onca) en su Historia General de las Cosas de la Nueva España:


“dicen es príncipe y señor de los otros animales. Tiene muy larga vista aunque haga muy obscuro y aunque haga niebla ve las cosas muy pequeñas; cuando ve al cazador con su arco y saetas no huye sino siéntase, mirando hacia él, sin ponerse detrás de alguna cosa, ni arrimarse a nada...”
Y de ser el más poderoso de los felinos latinoamericanos, ahora, según dice el doctor en ciencias Rodrigo Medellín, es cazado por causar algunos problemas con ganaderos, por la afición a la cacería ilegal y obtener su piel, cráneo, patas y colmillos. Incluso dice que se sabe que sólo por moda algunas quinceañeras piden a sus padres los colmillos del carnívoro, y que algunos presuntos narcos los matan para demostrar que pueden acabar con el más imponente de los felinos de México.

Ganador del Premio Rolex 2009, Premio Volskwagen 2009, y responsable de la publicación del libro El Jaguar en el nuevo milenio, coeditado por el Fondo de Cultura Económica y la Wildlife Conservation Society, es contundente:
“Si el secretario no nos responde a nuestra carta tendremos que tomar medidas más fuertes para denunciar que de seguir así las cosas, en 25 años no habrá un solo jaguar más en México.”
Por su parte, el doctor Gerado Ceballos apunta:
“En México tenemos el sistema más completo de investigación del jaguar en el mundo. Lo tenemos en el Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre del Instituto de Ecología de la UNAM que yo presido y en donde mis estudiantes trabajan incansablemente. Poseemos radios especiales que se les colocan a los jaguares y así se les puede monitorear vía satélite. Es un proyecto muy caro subsidiado por empresas privadas como Telmex y Telcel. Cada radio nos cuesta cerca de 6 mil dólares.
“Cada año atrapamos de cuatro a seis, les ponemos sus collares, los seguimos y gracias a eso por ejemplo sabemos cuántos jaguares hay en la reserva de Calakmul en Campeche y cómo se mueven.
“Dieta, ecología y organización de foros de información, los científicos trabajamos, pero no tenemos posibilidad para frenar la cacería ilegal. Hemos trabajado duramente para denunciar tráfico y otras cuestiones, pero hay que movilizar al gobierno, son pocas las autoridades que nos apoyan a excepción de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
“Los jaguares son indicadores de la salud de nuestro medio ambiente, al desaparecer señalan que hay graves problemas para el ser humano. Son la parte más alta de toda una cadena ecológica, acabas con el de arriba y afectas todo. Y no sólo eso, al cazar a animales de los que se alimenta el jaguar como venados, coatíes, pecaries, afectas todo. Entre lo que hemos encontrado en el censo que estamos llevando a cabo entre Baja California y Yucatán —más de 12 sitios de Sonora hasta Yucatán para poder saber exactamente—, sabemos que hay 4 mil jaguares aproximadamente en el país.”
La mayor parte de la población —dice— se encuentra en le Península de Yucatán, con más de 2 mil ejemplares, además hay noticias de que los jaguares pueden estar en Guerrero, Nayarit y otros como Puebla, el Estado de México e Hidalgo.
“A principio del siglo XX había 20 mil animales, hay ahora una pérdida substancial y la mayor ha ocurrido en las últimas tres o cuatro décadas. En el año 2000 ó 2001 la Profepa decomisó 23 pieles. 23 jaguares abarcarían un territorio de 100 mil hectáreas. Sabemos que se matan más de cien jaguares al año. Por ello hacemos un llamado enérgico a las autoridades para mantener la biodiversidad animal del país. “Sabemos que preservar al jaguar implica la salvación para mantener los servicios ambientales que obtenemos simplemente con el buen funcionamiento de la naturaleza, y al deteriorarse se pierde el bienestar del ser humano. Por cuestiones directas, por cuestiones de combate a la pobreza extrema, se tendría que hacer un esfuerzo para mantener las selvas del país, por no deforestar para permitir así que las diferentes especies puedan seguir viviendo.”

La Declaración

La carta enviada por Rodrigo Medellín al secretario de la Semarnap dice:
“Resalta el hecho de que aún quedan probablemente más de quince mil jaguares y que Brasil por sí solo contiene más de la mitad de la población mundial. En México existe una población estimada de 4 mil jaguares, con poblaciones en la Costa del Pacífico y del Golfo, y las de mayor tamaño están en la Península de Yucatán, Oaxaca y Chiapas. “Cada jaguar es importante. Estamos asimismo invitando a toda la población de Latinoamérica a sumarse a los esfuerzos por conservar el jaguar y sus presas, y promover el mensaje de la importancia de conservarlos como una especie clave para la biodiversidad y como un símbolo de la fuerza, el orgullo y el poder de todos los pueblos de América.” Junto con la carta se anexó la llamada “Declaración de Mérida”, suscrita por 28 expertos de 13 países, donde se apunta:
“El jaguar se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción de prácticamente todos los países del continente como resultado de una tasa de deforestación elevada, serios conflictos con la población local, pero de manera más urgente, la cacería directa de jaguares y sus presas.”
(Rosario Manzanos)