Ciudad de México (14 diciembre 2009).- Los militares que encabezan Policías Municipales pierden la batalla contra los delitos del fuero común.
En al menos 39 alcaldías, el mando de la seguridad pública recae o estuvo en manos de militares o marinos este año, entre ellos una Mayor del Ejército.
La mitad de las 19 corporaciones municipales más numerosas a nivel nacional son dirigidas por miembros del Ejército, entre ellas las de algunas de las ciudades con las mayores cifras de ejecuciones ligadas al narcotráfico, entre ellas Juárez, Acapulco, Tijuana y Culiacán.
Para Juan Salgado, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), los militares no han ofrecido los resultados esperados en la prevención de los delitos.
"Desde una perspectiva de participación ciudadana de prevención del delito, de pensar en el fenómeno delictivo como algo más que policías y ladrones, creo que es un error tener militares ahí (al frente de corporaciones locales)", aseguró.
"Es cierto y hay que reconocer que los militares han logrado en algunos lugares, no en todos, disminuir esas cadenas de corrupción y algunas Policías se los agradecen, pero más allá de eso, las cifras no mienten, tanto las estadísticas del INEGI como del ICESI, las encuestas del CIDE de victimización demuestran que el delito va a la alza", aseveró.
El profesor del CIDE dijo que los militares no están capacitados para tareas policiales y un ejemplo fue Ciudad Juárez, donde este año los delitos del orden común se dispararon mientras el Ejército asumió las funciones de la Policía Municipal en tanto era reestructurada.
"Mientras estuvo a cargo el Ejército hubo un incremento inusitado en robo a transeúnte, casa habitación, a transporte público, la delincuencia común se disparó y eso nos deja ver en buena medida que es lo que hace la Policía Preventiva Municipal, si bien es corrupta y está mal organizada", agregó.
Martín Barrón, académico del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), aseguró que desde hace 90 años existen experiencias de personal del Ejército convocado por autoridades civiles para organizar y disciplinar cuerpos policiacos, sin que a la fecha existan corporaciones eficientes.
Parte del fracaso se debe a los vicios en la estructura de las Policías del País y a la reticencia de los uniformados por ser dirigidos por un mando externo que no ha hecho carrera en su corporación, dijo.
"No lo garantiza, porque precisamente en corporaciones grandes se puede tener toda una serie de problemas porque los demás elementos no reconocen el mando de quien los dirige", explicó.
En al menos 39 alcaldías del País el mando de las Policías Municipales recae o estuvo en manos de militares o marinos este año, entre ellos una Mayor, de acuerdo a un recuento de REFORMA.
Esas corporaciones, ubicadas en municipios de 19 estados, forman parte de la lista de las 241 Policías locales que, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), cuentan con más de 100 elementos, en tanto que las otras mil 800 tienen menos de un centenar.
Como jefes policiacos se encuentran, o estuvieron este año, 12 mandos de plana mayor del Ejército: dos generales de División, cinco de Brigada y cinco Brigadier.
También cuatro Mayores, tres Coroneles, cuatro Tenientes Coroneles, cinco Tenientes, siete Capitanes, y un Subteniente, así como un ex Teniente de Corbeta y un ex Marinero de Primera, ambos de la Armada de México.
Uno de los casos que más llama la atención fue la designación por parte del Alcalde entrante de León, Guanajuato, Ricardo Sheffield Padilla, de la Mayor María Guadalupe Anguiano Sánchez, al frente de la Policía Municipal.
Ex Fiscal militar que trabajó en las indagatorias por las que fueron encarcelados los Generales Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo por vínculos con narcotráfico, Anguiano Sánchez tiene a su cargo a cerca de dos mil 30 policías.
Un ejemplo: en Tijuana, a pesar de la labor en los últimos dos años del teniente retirado Julián Leyzaola Pérez, primero como director de la Policía y actualmente como Secretario de Seguridad Pública, el robo a comercio se disparó en 724 por ciento.
Este año, según cifras de la Procuraduría estatal, entre enero y octubre se reportaron 5 mil 367 casos, mientras que el año anterior apenas se registraron 651.
Ve Capella uso político de mandos del Ejército
Más que ver por la prevención de los delitos, los alcaldes colocan a militares a la cabeza de Policías Municipales porque les reditúa políticamente, advirtió Alberto Capella, ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública de Baja California.
El activista alertó que en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Tijuana, Baja California, se está dando un alarmante distanciamiento entre corporaciones policiacas dirigidas por militares y sectores de la sociedad, ante la falta de una visión de proximidad.
"Se convirtió en una moda en los últimos dos años, creo que finalmente los políticos, los alcaldes, quisieron aprovechar que era un tema de moda, que les permitía mandar un mensaje al Gobierno federal de que ellos estaban buscando coordinarse con las autoridades militares porque la lucha frontal al crimen recae en el Ejército.
"En virtud de que los militares tenían un nivel de aceptación muy amplio, dentro de la sociedad generaban ciertos activos y aplausos al alcalde en turno, finalmente esa es la visión de los políticos", reprochó.
El ex secretario de Seguridad Pública de Tijuana explicó que se empezó a nombrar militares al frente de corporaciones para enviar mensajes al crimen organizado, pero al paso del tiempo ha quedado demostrado que no es por esa vía como se contrarrestará su operación.
La prevención de los delitos del orden común, función de las Policías, se ha dejado a un lado, lamentó.
Un aspecto positivo es que posiblemente se facilite la coordinación entre el municipio y el Ejército, pero mientras tanto las corporaciones están avocándose a funciones que no les corresponden.
"El tema de seguridad pública en el País no puede concentrarse únicamente en el combate al crimen organizado, a las bandas de narcotráfico, es mucho más amplio, se necesita un manejo de carácter social, de interacción directa de la sociedad y lamentablemente los militares no están acostumbrados a ello", agregó.