CAOMMIR
 

Fibra y coraje !!!!  Viva Mexico !!!!

 Seguridad: si no, entonces qué (nueva colaboración en LaPalabra.com)‏


Seguridad: si no, entonces qué
La estrategia de seguridad ha llegado un punto de definición: la Organización de las Naciones Unidasplanteó el regreso de los militares a sus cuarteles, justo cuando los cárteles mexicanos de la drogaestán siendo diezmados por la acción de las fuerzas armadas. La separación del ejército de combate contra las mafias significaría un alivio para las bandas criminales y un espacio para la recuperación de posiciones.
El país hay entrado en una zona de esquizofrenia social: el asesinato de su hijo llevó al poeta Javier Sicilia a pedir el pacto del gobierno mexicano con los capos de la droga. Y estimuladas por los propioscárteles de la droga, organizaciones de derechos humanos exigen el retiro de los militares de las labores de combate contra el crimen organizado.
¿Qué representaría atender esas dos peticiones? Primero, permitir la inserción de Joaquín El ChapoGuzmán, El Lazca fundador de Los Zetas e Ismael El Mayo Zambada como sujetos sociales y, por qué no, sujetos políticos y morales. Serían delincuentes de pipa y guante, derivados en finísimaspersonas, con todo y sus muertos a cuestas. ¿Y qué se pactaría? La cesión de espacios territoriales para sus actividades delictivas, la entrega de parte de la sociedad de esas plazas como la servidumbresocial de las bandas y la legalización del consumo de las drogas duras.
Y si el ejército se retira no de las calles sino de la lucha contra el crimen organizado, ¿quién se encargaría de mantener la paz pública y la seguridad en las calles? ¿Los narcos? ¿El Lazca comosecretario de Seguridad Pública? ¿El Chapo como ministro del Interior? ¿La misma policía incapaz ahora de defender a la sociedad? ¿Las organizaciones de derechos humanos controladas por loscárteles de la droga?
Las cifras oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional ofrecen datos duros del tamaño del problema: capturados 21 de los 37 capos más buscados, 30 mil 600 delincuentes detenidos, casi 80 mil armas decomisadas, casi 3 mil toneladas de marihuana destruidas, casi 20 toneladas de cocaínacapturadas, 13.5 millones de pastillas sicotrópicas recogidas, 3 mil 100 pistas clandestinas de aterrizaje destruidas, 457 laboratorios clandestinos cerrados.
Ahí se localiza el tamaño del problema. Sin la acción del ejército, la criminalidad mexicana hubiera mantenido un enorme potencial de destrucción: los capos son los que controlan el mercado y dan las órdenes de asesinar, habría 30 mil delincuentes en las calles y 80 mil armas en poder del crimen organizado seguirían causando destrucción.
En cambio, las quejas recibidas señalan 56 recomendaciones en cuatro años, 55 de ellas por daños en operativos en curso y sólo un caso de presunta desaparición forzada. ¿Quién pondrá la balanza para medir? Y si se agrega el dato más embarazoso, el del consumo de droga en México, el problema se agranda: el diez años, el consumo doméstico de drogas se ha duplicado, y a pesar de la lucha contra elcrimen organizado.
Si el ejército se retira a sus cuarteles, la sociedad quedará a merced del crimen organizado. No hay otro camino. Así de simple. Y así de delicado. Al final, los daños más graves a la sociedad han sido hechos por los delincuentes.