Deshonra para la milicia
Mientras en los próximos días la presencia del general retirado Carlos Bibiano Villa Castillo ha generado buenas impresiones por su postura a la hora de combatir la delincuencia, en Cancún otro general retirado significará una vergüenza considerable para las fuerzas militares del país.
Contrario a la educación castrense y a los códigos militares, Alejandro Cardona Benítez será recordado por la estela de corrupción e impunidad que mantuvo al frente de la policía municipal de Benito Juárez y por haber sido la sombra de la traición del general Urbano Pérez Bañuelos, otro general que significó una deshonra para la milicia.
Los nombres de Cardona Benítez y Pérez Bañuelos son sinónimo de inseguridad y delincuencia organizada. Durante este trienio, el mayor problema que enfrentó el principal destino turístico de México fue la incapacidad de las autoridades para atender el tema de la seguridad.
Cuando el 10 de abril termine la actual administración, Alejandro Cardona saldrá por la puerta de atrás de la Secretaría de Seguridad Pública, pero con los bolsillos llenos a costa de haberse vendido a la corrupción.
En su momento, el todavía comisionado de la Policía Municipal y Tránsito, tuvo como responsabilidad depurar la corporación y de brindarle a los cancunenses una seguridad que ha quedado perdida en los pasillos de la dependencia policiaca.
Y es que lejos de cumplir con la misión, Alejandro Cardona Benítez entregó la corporación a la delincuencia organizada y a sus propios intereses. Por ejemplo, el general retirado impuso extorsiones y cuotas a patrulleros y agentes de tránsito que generan alrededor de 700 mil pesos diarios, es decir, 21 millones de pesos mensuales que no entran a las arcas municipales.
La venta de plazas a 10 mil pesos, imposición de cuotas a patrullas y hasta el desvío de recursos del Subsemun, son sólo algunas de las corruptelas que se generan al interior de la corporación policiaca, un cáncer de nunca acabar.
La Secretaría de Seguridad Pública sigue siendo un negocio particular de los jefes de la corporación, quienes día y noche recogen dinero, compran autos, casas, yates y otras propiedades, según una denuncia de agentes policíacos y de tránsito en poder de este matutino.
Jonathan Forcada Salinas, secretario particular del general Eduardo Alejandro Cardona Benítez, es la mano que mueve los hilos de la corrupción en la corporación, se trata de gente vinculada a Felipe Argüelles Mandujano “El Rayo” quien lo recomendó, asesora e instruye en el manejo corrupto de la corporación.
La investigación en su contra
Fuentes extraoficiales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, SIEDO, dieron a conocer que tanto Cardona Benítez como Forcada Salinas están bajo investigación por presuntos nexos con el crimen organizado.
A Forcada Salinas se le relaciona con el delito de autos robados. En las primeras indagatorias el secretario particular de Alejandro Cardona ha fungido como el “liberador” de automóviles que caen por X o Y motivo al corralón de Tránsito y posteriormente ha entregado estas unidades a particulares desconocidos. La sospecha se centra principalmente en el hecho de dotar de vehículos al crimen organizado.
Asimismo, la dependencia federal ha confirmado que Jonathan Forcada y Sidley Loeza están detrás de la venta de plazas dentro de la Secretaría de Seguridad Pública de Cancún.
De igual modo bajo investigación se encuentra Alejandro Cardona Benítez, quien es señalado de entregar la corporación policiaca una vez más a manos de la delincuencia organizada.
La entrega de la policía
Jonathan Forcada ha hecho uso del nombre de Julián Ricalde Magaña, alcalde electo de Cancún, para mandar y ordenar dentro de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito del municipio.
Bajo la consigna de que él “será uno de los elegidos de Julián Ricalde”, el secretario particular ha dado muestras de poderío donde ha cambiado desde departamentos oficiales hasta elementos de la corporación.
Sin embargo, la mira de la SIEDO ya está sobre Jonathan Forcada. De entrada, la investigación ha dejado al descubierto que el funcionario policiaco ingresó con documentos falsos a la dependencia.
Dentro de la documentación apócrifa se encontró que no tiene cartilla militar liberada –requisito indispensable para ser policía en cualquier nivel-, y del mismo modo no cuenta con ningún tipo de rango militar, a pesar de que él se ostenta como tal.
Al mismo tiempo se le ha relacionado con entrega de vehículos que fueron decomisados en su momento por la Dirección de Tránsito hacia particulares. De la misma manera Forcada ha sido quien ha dado la orden de “levantar” placas a discreción dentro del corralón.
La responsabilidad de Alejandro Cardona
Forcada Salinas no se manda solo. Alejandro Cardona Benítez general retirado del Ejército tras 41 años de servicio, decidió que no podía más con el “paquete” de manejar la corporación policiaca de Cancún.
Desde hace tres meses, Cardona Benítez no se involucra en asuntos operativos, ya que no tiene la capacidad física y mental para atender todas las denuncias que llegan de la ciudadanía por la falta de seguridad en las colonias.
De hecho, la inactividad de Alejandro Cardona llega a tal grado que ni siquiera él firma la cancelación de multas de tránsito, ya que ha decidido que el único con facultad de dar este trámite es el regidor Ramón Valdivieso.
En términos generales, al comisionado de Seguridad Pública no le incube la prevención en el municipio y se ha “acomodado” a recibir todos los recursos que ingresan a la corporación vía las extorsiones a la ciudadanía.
Sin embargo, la sospecha ya ha caído sobre Alejandro Cardona Benítez, quien también es investigado por la SIEDO.
La investigación va encaminada hacia cómo ha dejado y tolerado que la dependencia policiaca esté al servicio del crimen organizado. La responsabilidad sobre lo anterior es considerable en la espalda del actual titular de la policía de Cancún.