Azul "Z": La guerra de los Generales en el Ejército de México
domingo, 20 de marzo de 2011
Por: Felipe MORENO
11:09:42
Poco a poco han comenzado a filtrarse los primeros datos duros en materia de narcotráfico y combate al crimen organizado. Asi lo comentamos el 25 de enero del 2008. Cuando el conocido y reconocido General del Ejército Mexicano, Tomás Ángeles, lo confirmò ante los representantes de los diarios de circulación nacional en la Cámara de Diputados. El grupo delictivo denominado los "Zetas", "ha reclutado militares". (Viernes 25 de enero del 2008).
Si bien esto pudiera ser cierto, dichas declaraciones deben verse con cuidado y de manera relativa y no como algunos las han interpretado de forma sensacionalista o especulativa, incluso haciendo uso de entrevistas sensacionalistas para hacer girar ciertas rotativas.
Es normal en un país que padece miseria y ofrece pocas expectativas de vida y desarrollo que ocurrran ciertas incidencias delictivas. Algo hay que hacer para comer, sea sembrando o vendiendo drogas y enervantes. Más comùn aún, que elementos de las fuerzas armadas o policíacas renuncien al compromiso adquirido con las instituciones y la sociedad mexicana, para pasarse del "otro lado", a los terrenos de la delincuencia organizada.
Los hechos y las entrevistas otorgadas por jefes de policìa y ex militares, nada tienen de sorprendentes o espectaculares, el dinero compra a los políticos, que no puede hacer con los humanos de escasos recursos como son los militares y policìas. Pero así y como se han dado estampidas de policías y militares hacia grupos criminales, existen otros mexicanos que se han mantenido firmes y no han caído o recurrido al protagonismo o sensacionalismo para conservar su chamba, menos aún han aparecido ante los medios de comunicación como si fuesen estrellas de cine, para ser ubicadas en el centro de una supuesta conspiración del crimen organizado hacia sus personas, en lo que parece ser más farsa que realidad, dados sus nebulosos antecedentes policìacos o militares.
La gran cadena, el obituario nacional que se ve todos los días y que ha enlutado a las familias de policías, militares o "criminales", es tan sólo un ingrediente, algo normal para quienes se han comprometido a trabajar en los terrenos y dentro de la ley, la seguridad y la justicia. La amenaza, y las amenazas cumplidas hacia servidores públicos, son el pan nuestro de todos los días al interior de las corporaciones destinadas al sostenimiento del orden y la justicia.
En el caso concreto del ahora finado José Luis Santiago Vasconcelos y sus últimas declaraciones en el sentido de que él era el objetivo de un atentado por parte del crimen organizado, cabe decir que nada de eso fue cierto, sòlo fueron meras especulaciones de su parte.
El crimen organizado, cuando planea o se propone algo, nunca falla y menos se equivoca de personas. Si de verdad Josè Luis Santiago Vasconcelos hubiese estado en la mira de los que dijo estar, harìa meses que no hubiese estado entre los vivos. Y, recuérdese, Josè Luis Santiago Vasconcelos, subprocurador de Asuntos Jurídicos de la Procuraduría General de la República (PGR), y antes encargado del "combate" al crimen organizado, no era la primera vez que exaltaba - ante los medios - sus dotes actorales para montar un show cuyos motivos sólo èl y la DEA conocìan. Jurídicamente nunca hubo una línea concreta hacia su persona; aunque bien pudiera ser una de las tantas hipótesis que se manejaron en su momento, ante el cerco que ya se tenìa sobre los grupos involucrados con el crimen organizado y que muchos de ellos tenìan como sede a Cancùn, en el Estado que muy pronto gobernarà Roberto Borge.
En las filas del Ejército de México y en las áreas policíacas de todo Mèxico se está dando una batalla seria en contra del crimen organizado; las ùltimas reacciones indican que las estrategias han sido correctas, aùn y cuando los anàlisis bien pudieran arrojar resultados no muy favorables hacia las fuerzas armadas y uno que otro de los militares involucrados. Las instrucciones y lineamientos indicados por "el jefe nato de las fuerzas armadas", han sido acertadas en parte y no han dado pauta para que se acepten posiciones feminoides, de abierta cobardía o sensacionalistas, salvo las protagonizadas por Genaro Garcìa Luna y su sèquito de policìas intocables. Si alguien tiene miedo, está en su derecho de tenerlo y sentirlo, teniendo un único camino, la renuncia, pero sin melodramas anticipados.
Los "Z" no son un grupo delictivo común y corriente, característico de un país decadente y corrupto "hasta la madre". Tampoco son producto de un Estado fallido como dicen los norteamericanos.
Los "Z" son un grupo de elite, inteligente y sùper capacitado en las artes militares. La prueba es que, de sus altos mandos, no se ha detenido y menos ejecutado a ninguno de sus miembros. Su mismo nombre lo dice todo, la "Z" no es una letra, es un color, y en ese color va el mensaje; muchos "Z" actualmente son Jefes de zona o regiones militares y, sin descartar a uno o dos de los llamados GIZES, tienen controlada gran parte de la República Mexicana. Sus códigos o claves de paso son alfanuméricos.
¿Dónde, cómo, cuándo y por qué nacen los "Z"?
El grupo u organización que se formó en las inmediaciones de Cancùn, en el Estado de Quintana Roo durante el sexenio 94 - 2000, es producto de una traición al más alto nivel del gobierno mexicano. Asì, como se oye señores. Por lo mismo, no es casualidad el asesinato de un General en aquellas tierras y el envío de otro en nuestros tiempos, para hacerse cargo de una situación verdaderamente caòtica. La zona hotelera de Cancùn se ha convertido en la màs moderna de las Babilonias de los tiempos modernos. Ahí, puede encontrarse de todo.
Remontémonos a los años 1997 - 1998, en que fueron investigados los expedientes del llamado "Sindicato de Gobernadores", documentos e historias que involucraban a ciertos mandatarios salinistas, supuestamente ligados al crimen organizado, y por otro lado a altos funcionarios dentro del gobierno Zedillista, un mandato constitucional caracterizado por el alto número de suicidios y homicidios políticos jamás resueltos o aclarados.
Sólo recuérdense cuatro: el de Ramos III y Jaime Izabal, y los de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, para entender la correlación entre la política y el crimen organizado. O, dicho en otros términos, la expulsión de la clase política de las altas esferas del poder. Ernesto Zedillo fue el último de los Presidentes de Mèxico que tuvo el gobierno, pero jamás supo lo que era el poder. Sus sucesores, Vicente Fox y Felipe Calderón, ni siquiera tuvieron el gusto de sentir el significado de la palabra GOBIERNO.
En esos días, la Revista Impacto, dirigida por el periodista Juan Bustillos Orozco consignó en sus páginas un artículo que hablaba de los errores cometidos en la llamada "Operación Sellamiento" en Cancùn Quintana Roo, estrategia que, pretendía limpiar las costas de Quintana Roo impregnadas con la compra - venta, distribución y consumo de drogas y estupefacientes.
Cuatro fueron las corporaciones "invitadas" a participar en dicho operativo policíaco - militar bajo un sólo mando: el del entonces Procurador General de la República Jorge Madrazo Cuellar, un ex funcionario que hoy ya no vive en Mèxico. De tal suerte que, las cuatro corporaciones involucradas y asignadas a la "Operación Sellamiento" no se conocían entre sí, y menos entre sus mandos, ni en sus destacamentos. Ese detalle era un secreto de dos: Ernesto Zedillo Ponce de Leòn, y su procurador Jorge Madrazo Cuellar, el jefe de Jaime Izabal, el "auto suicidado".
En la zona de Cancún, Cozumel, Isla Mujeres y la Riviera Maya, fueron apostados o "sembrados": hoteleros, restauranteros, taxistas, boleros, antreros, lancheros, etc, con la idea de llegar a los grandes capos en la compra - venta y distribución de drogas en el caribe mexicano y sus conexiones multinacionales. Entièndase que asì y como todos los ejèrcitos de todo el mundo estàn interrelacionados, por su trabajo, los criminales obedecen o siguen los mismos patrones de comportamiento.
Todo iba bien para ejecutar la "Operaciòn Sellamiento"; a pedir de boca estaban las cosas, hasta que en la víspera del operativo para "cerrar la plaza", ocurrieron incidentes dignos de recordar en estos momentos, donde la participaciòn del FBI y otros cuerpos de èlite de los Estados Unidos, se han hecho màs que evidentes en Mèxico.
De un día a otro desaparecieron las fichas policíacas de los archiveros correspondientes, para aparecer un día después esparcidas por toda la casa oficina que estaba en Cancùn, Quintana Roo. Todo estaba en el más completo desorden. ¿Quién era delincuente y quién no ante esa evidencia? Sólo muy pocos lo sabían y lo supieron, pero todos lo cayaron. A partir de ese momento dio inicio una confusión y una persecución que todavìa no termina en contra de los verdes, azules, negros y amarillos. Los elementos del grupo elite (Gafes todos) asignados a la "Operación Sellamiento" en Cancún, comenzaron a ser víctimas de una persecución despiadada e injustificada. Al sentirse traicionados y perseguidos, los miembros de elite del Ejèrcito Mexicano, La Armada y otras policìas, decidieron pasarse del lado o permanecer en la delincuencia organizada, con quienes ya se habìan involucrado. ¿Quièn es y quièn no es? Sòlo ellos lo saben.
En pocos meses creció la organización de los "Z" y se establecieron nexos con todo Centro América y el Caribe en materia de crimen organizado. Hoy la organización delictiva suma varios millares de activos esparcidos en toda la América Latina y otras partes del mundo. Incluso dominan varios idiomas. Como decìamos lìneas arriba, no son ignorantes y menos son cobardes. Estàn hechos de lo mismo que los militares que los combaten.
La iniciativa Mérida, producto de las pláticas entre el Presidente Felipe Calderón y George Bush, no obedece a la casualidad, forma parte de una estrategia donde el Estado Mexicano deberá mostrar toda su fortaleza y autoridad moral en el uso legítimo de la fuerza física. Los "Zetas" no han reclutado personal del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicana o La Armada, sus miembros simplemente forman parte de ellas mismas y por eso mismo no tienen miedo, son parte de un todo que comenzò a desintegrarse en la última década. O sea, son militares, orillados a operar como viles delincuentes. Por eso mismo es correcto el anàlisis norteamericano que los ubica como una posibe "narco insurgencia"
Por los mismos datos proporcionados por el General Tomás Ángeles en la Càmara de Diputados en pasadas legislaturas, donde afirmò: "más de cien mil son desertores"..."creo que si es momento de preocuparse". Aunque el obituario nacional de todos los dìas sólo consigne, hasta el momento, "sicarios", policías o comandantes asesinados. Amèn los daños colaterales y uno que otro agente extranjero.
José Luis Santiago Vasconcelos, en el caso que hubiese sido cierta su versión de que "querìan ejecutarlo", sería la primer pieza grande que hubiesen asesinado. Aunque en el nacimiento de los "Z", el desaparecido personaje que falleciò en un fatal accidente el 4 de noviembre del 2008, dìa de la toma de posesiòn de Barack Obama, era un pez demasiado pequeño. No obstante, hay que decirlo, al final de sus dìas Josè Luis Santiago Vasconcelos habìa comenzado a "soltar la sopa" sobre los nombres de los agentes norteamericanos apostados en Mèxico.
En los terrenos del crimen organizado el que tiene marca no supera nunca la consigna de hora y dìa, o sea, "siempre tiene fecha", y nunca ve el día siguiente.
¿Habrá caído José Luis Santiago Vasconcelos de la gracia de la DEA al final de sus dìas? Eso preguntàbamos el 25 de enero del 2008, en este mismo espacio, donde hoy queremos consignar ciertos movimientos que nos llaman la atenciòn y no nos preocupan: el arribo de un Teniente Coronel a la policìa en Ciudad Juàrez, Chihuahua y la de un General a la policìa en el Estado de Quintana Roo, para combatir a los "Z".
Y es que, todo lo indica, para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo, segùn parece. Sea o no sea "Z", pero que si pinte del mismo tono. Y, no es como ha dicho ese General que se va a vivir a Quintana Roo; tambièn es cosa de INTELIGENCIA, y esa parece estar del otro lado. Por parte del gobierno, y los "pelones" sòlo se perciben enormes cantidades de dinero y fuerza bruta. Pero brilla por su ausencia la INTELIGENCIA. El discurso estridente està bien para hacer girar las rotativas o hacer sonar los televisores y la radio; pero no sirven para detener al crimen organizado y mucho menos a los "Z". Y es que, muy pronto, saldràn los LEONES de sus jaulas y habrà que cuidarse de sus garras.
Sin duda, algo està ocurriendo en "La Tienda Verde, algo que no debemos perder de vista. Al parecer, los militares han regresado a la polìtica. El fracaso de los gobiernos civiles es màs que evidente.