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Reporte Índigo

Viernes 29 de Abril de 2011

RENUNCIA A LA AFI WILFRIDO ROBLEDO
Por Anabel Hernández
A menos de un mes de que el procurador Arturo Chávez renunciara a su cargo, se desata una crisis en el gabinete de seguridad del presidente Felipe Calderón.
De manera intempestiva, el almirante Wilfrido Robledo Madrid renunció a la Agencia Federal de Investigación (AFI) este jueves 28 de abril al mediodía. Junto con él, dejó su cargo otro funcionario clave en la lucha contra el crimen organizado, el almirante José Luis Figueroa, titular del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).
Y aunque se dijo que la procuradora general de la República, Marisela Morales, no habría aceptado la renuncia de Wilfrido Robledo, sus allegados advierten que la dimisión tiene carácter de irrevocable. Habrá que ver si el presidente Felipe Calderón, quien está de gira por Sudamérica y el Vaticano, la acepta a su regreso. De acuerdo a la información obtenida por Reporte Índigo de fuentes de primer nivel de la Procuraduría General de la República (PGR), las renuncias de Robledo Madrid y Figueroa podrían tener dos explicaciones. La más legitimada dentro de las corporaciones tiene que ver con un desacuerdo irreconciliable con otros mandos responsables de la lucha contra la delincuencia organizada. Se señala que Robledo Madrid estaba visiblemente enojado.
A mediados de abril, Reporte Índigo tuvo acceso a información que revela las discrepancias más recientes entre Robledo Madrid y su ex pupilo Genaro García Luna, hoy secretario de Seguridad Pública federal. Durante casi 10 años, de 1989 a 1999, García Luna fue subalterno de Robledo Madrid en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y en la Policía Federal Preventiva. Ahora, el alumno superó al maestro. Otras fuentes advierten que la renuncia podría estar vinculada a las disputas de poder que se libran en la arena de las telecomunicaciones. No hay que olvidar que antes de ser titular de la Agencia Federal de Investigación, Robledo Madrid fue coordinador de Seguridad de las empresas de Grupo Carso.
Hay quienes señalan que la renuncia es un deslinde de lo que algunos consideran agresiones del gobierno calderonista a los intereses de Carlos Slim. Aunque no está confirmado, fuentes confiables señalan que un factor crucial para la dimisión fue la falta de apoyo del gobierno federal para reactivar la AFI como responsable de la Policía Federal Ministerial. Wilfrido Robledo Madrid llegó como titular de la AFI en enero de 2010. Se afirma que tan pronto como asumió su puesto, sacó a Luis Cárdenas Palomino y su equipo de las oficinas que ocupaban en esa dependencia. También desalojó al personal de la Policía Federal. Este hecho provocó los primeros desencuentros.
Robledo Madrid recibió una AFI desmantelada por el equipo de García Luna, quien se quedó con el control de la Agencia durante los primeros tres años del gobierno de Calderón. Genaro García Luna quería desaparecer la AFI para crear una policía única bajo su mando, objetivo que pensaba lograr mediante una reforma judicial que presentó al Congreso en 2008. Su propuesta no fue aprobada. La AFI es responsable de la Policía Ministerial, única facultada para ser policía coadyuvante del Ministerio Público en sus procesos judiciales.
La precaria situación de la AFI en cuanto a presupuesto, equipo y personal provocó que, poco a poco, la Policía Federal fuera asumiendo sus funciones. Para evitar que esto continuara, el equipo de Robledo Madrid diseñó hace meses un proyecto para reestructurar y fortalecer la AFI, pero sus peticiones fueron bloqueadas. Ni siquiera hay presupuesto para poner gasolina a los vehículos que realizan los operativos de la AFI. En cambio, a la Policía Federal de García Luna se le asignan recursos sin cortapisas.
En noviembre de 2009, el almirante Figueroa fue nombrado titular del Cenapi. Él también fue parte del equipo de mentores de García Luna en el Cisen y la PFP. La crisis en el gabinete de seguridad estalló cuando Felipe Calderón estaba en Perú, en una visita oficial de dos días que inició el miércoles 27 de abril. De acuerdo a la agenda publicada por la Presidencia de la República, después viajará al Vaticano para estar presente en la beatificación de Juan Pablo II y  regresará a México hasta el 2 de mayo.
FUEGO AMIGO ENTRE CALDERONISTAS
México atraviesa hoy por una de las etapas más sangrientas de la guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón desde el principio de su mandato. En materia de seguridad y justicia, los cuatro años de su gobierno han estado marcados por la desconfianza y división entre los integrantes del gabinete que encabeza el combate al crimen organizado. La constante de esa división interna, a la cual ha dado seguimiento Reporte Indigo desde 2007, ha sido la mala relación de García Luna con los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional y Marina, así como con los titulares de la PGR y la AFI por querer imponer sus criterios e intereses en la supuesta batalla contra el crimen organizado.
García Luna tuvo disputas con Eduardo Medina Mora, ex titular de la PGR, quien tras el desgaste de casi tres años en el cargo, terminó por renunciar en septiembre de 2009. Actualmente es el embajador de México en el Reino Unido. En su lugar fue nombrado Arturo Chávez Chávez, quien apenas duró año y medio en el cargo. Sus desencuentros con García Luna fueron porque éste se empeñaba en defender a su equipo y evitar que prosperaran averiguaciones previas abiertas en su contra. Eran conocidos los ataques de García Luna al procurador e incluso las burlas que hacía en su contra en reuniones de trabajo.
Al final, el favor presidencial estuvo del lado de García Luna. Chávez Chávez salió de la PGR el pasado 31 de marzo. Ahora la titular es Marisela Morales, una mujer a quien públicamente se le adjudica cercanía con la Secretaría de la Defensa Nacional, pero internamente se sabe que su compromiso es con García Luna y con el coordinador general de Seguridad Regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino. Según información publicada por el semanario Proceso en noviembre de 2010, Cárdenas Palomino fue acusado por el narcotraficante Sergio Villarreal, alias “El Grande”, de tener presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Se presume que gracias a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Cárdenas Palomino logró evadir la investigación sobre dicha acusación. Las disputas internas en el gabinete de seguridad y justicia de Calderón han sido tan graves, que incluso llegaron a la Casa Blanca. A través de los cables de la Embajada de Estados Unidos filtrados por WikiLeaks, se sabe que Washington estaba al tanto de la desconfianza y desencuentros entre el secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván, y Genaro García Luna. También fueron reportadas las de Eduardo Medina Mora con el titular de la SSP.
Además, se afirma que la salida de Fernando Gómez Mont de la Secretaría de Gobernación en julio de 2010 se debió a las críticas que hizo a la actuación de García Luna. La crisis al interior del gabinete de seguridad se da en uno de los momentos más críticos de la guerra contra el narcotráfico: más de 40 mil personas ejecutadas en cuatro años, más de 300 cadáveres encontrados en narcofosas de Tamaulipas y Durango, y un reclamo social que denuncia el fracaso de la estrategia presidencial contra las drogas y exige un cambio radical.

¿LA VIOLENCIA ES LA SOLUCIÓN?
Por Félix Arredondo
"Objeto la violencia porque aunque a veces parece ser buena, su efecto es temporal. En cambio, el mal que produce es permanente". Gandhi
En opinión de muchos, si Felipe Calderón no hubiera continuado e intensificado la guerra que inició Vicente Fox, la situación de inseguridad y violencia que hoy se vive en muchas regiones del país no habría llegado a ser tan grave.
Sin embargo, otros aseguran –incluidos algunos que hasta hace poco criticaban la solución del presidente– que la violencia y la inseguridad son ya tan alarmantes, que no sólo se requiere continuar la guerra, sino también recurrir a medidas más radicales. Medidas como las que contempla la iniciativa de Ley de Seguridad Nacional que se pretendió aprobar a marchas forzadas en el curso de la semana de Pascua y que, entre otras cosas, facilita la suspensión de las garantías individuales en las regiones más inseguras del país. El Ejecutivo Federal podría tomar tal decisión sin aprobación del Congreso.
Medidas que no son otra cosa más que la supresión de los derechos humanos para que los elementos de la fuerza pública, sean militares, marinos o policías, puedan actuar más "eficazmente" sin temor a ser juzgados por violentar tales derechos. La aprobación de esta ley levantó controversias.
Y es que si bien es cierto que van en aumento las atrocidades cometidas por los delincuentes, también es cierto que cada vez hay más casos de violación de los derechos humanos por parte de elementos de las fuerzas armadas y la policía. Y casi en todos los casos no se aplica castigo alguno.  Aunque en ningún momento se pretende argüir que las autoridades debieran dejar de cumplir su misión de garantizar la seguridad mediante el uso legítimo de la fuerza pública, vale la pena preguntarse: ¿Intensificar la guerra del gobierno contra el crimen organizado nos conducirá a la paz social?
¿No hacerlo aumentará la violencia y la sociedad quedará sometida a la tiranía de los delincuentes?
Analicemos.
LA GUERRA QUE INICIÓ FOX
Pocas veces se dice, pero las macabras cifras de miles de ejecuciones empezaron en el sexenio de Vicente Fox. Tan sólo en el primer año de su gobierno, el número de muertos ascendió a mil 80. En 2006, la cifra se duplicó: 2 mil 100. Cerró el sexenio con 8 mil 780 muertes violentas. Ya desde entonces se intentaba explicar el fenómeno aduciendo que se trataba de una guerra entre delincuentes que se disputaban el mercado de la droga.
Otra explicación a la que solían recurrir los funcionarios de entonces, que hoy son los responsables del gabinete de seguridad de Calderón, era que la captura de capos de alto nivel daba lugar a guerras intestinas en los cárteles para llenar las sillas vacías de las cabezas.
LA ESTRATEGIA QUE FRACASÓ
Felipe Calderón incluyó en su gabinete a los mismos funcionarios de seguridad que tenía Vicente Fox. Y las cosas empeoraron. Y es que en este mismo sitio se podían conseguir radios Nextel “desbloqueados” o “ilimitados” por mil pesos, que servían a los criminales para comunicarse, o dárselos a tránsitos y policías que realizaban labores de halconeo.  Sin embargo,  en aquella ocasión, a pesar de que la venta de uno de estos aparatos ya se había pactado el día anterior, la mañana de la investigación los halcones que vigilaban Reforma se percataron de las cámaras, y avisaron a los vendedores, quienes fingieron amnesia y desistieron de realizar la venta.
Otra prueba de que los puestos de Reforma y Colegio Civil ya eran negocios de Los Zetas, fue el asesinato de Gabriel Ayala Romero “El Zar de la Piratería”, en el penal Topo Chico, en plena refriega por la plaza en enero de este año  (véase la edición 213 de RIM). El Cártel del Golfo y otras agrupaciones criminales que se fusionaron para acabar con Los Zetas, saben que parte de los negocios de sus rivales son la piratería, la fayuca y la venta de licores, incluso en otros establecimientos como La Pulga Río ubicada sobre avenida Constitución.
Porque esta agrupación que era el brazo armado del Cártel del Golfo hasta la escisión de ambos a inicios del 2010 (véase La guerra que empieza de la edición 168), cobraba 8 pesos por DVD vendido, 800 pesos mensuales a los vendedores de ropa, perfumería y licores, y otras cuotas como las que cobraba a las rutas de camiones.
Hasta marcaban los discos con una calca que tenía la imagen de un caballo reparando, con una zeta en cada esquina. La amenaza era que quién vendiera discos sin esta etiqueta, podría morir en el intento.
Por eso no es casualidad que ahora la autoridad federal en coordinación con la local, haya realizado un operativo para “limpiar” la zona y que haya barrido con todo, sin importarle el tipo de mercancía que vendían en el puesto.  Porque aunque se resalta en la versión de la Procuraduría General de la República la importancia del decomiso de 250 toneladas de mercancía apócrifa y de procedencia extranjera, todo Monterrey sabe que en esa zona desde siempre se vende mercancía ilegal.
Y que estos más de 400 puesteros trabajaban ante los ojos de las autoridades desde hace mucho tiempo.
Lo que realmente motivó el operativo fue terminar con el negocio de Los Zetas, sofocar las finanzas de la agrupación criminal más perseguida en Nuevo León por las autoridades, y también por los otros cárteles. El problema es que, algunos de estos puesteros que le pagaban a Los Zetas por dejarlos trabajar, ahora sin otra alternativa para insertarse a la legalidad, quizá terminen en las filas de la agrupación de sus antiguos “patrones”, quienes además ya los tenían amenazados.
Por eso a pregunta expresa de las consecuencias de contravenir las órdenes de no vender los discos rotulados de Los Zetas,  uno de ellos contestaba “si vendemos un DVD virgen nos matan”. Es una forma de reclutar por la fuerza y/o con dádivas como despensas a familias de escasos recursos, como lo hicieron en otro momento en la colonia Independencia, cuando familias completas de la zona bloquearon por primera vez vialidades en Monterrey.
Ahora Los Zetas están repitiendo de alguna forma esta práctica: usan los problemas de la marginación para pedir a la autoridad que pare de atacarlos y que se retire el Ejército. En otras palabras, usan a los pobres como carne de cañón. Porque el miércoles 27 de abril se reportaron bloqueos con camiones en Zaragoza y Ocampo, al lado del Palacio Municipal.
Aún así, la versión oficial sobre el cateo explica que el operativo era para combatir la piratería. Pero es obvio que no fue nada más por eso. Más en este momento, cuando la seguridad del estado está en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), hay militares patrullando las calles vestidos de policías estatales y un Secretario de Seguridad Pública que trabajó en labores de contra insurgencia en el sur y el centro del país.
Sobre todo cuando el presidente, urgido de legitimidad, fue convencido por el secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna de que el eje rector de su gobierno debía ser la lucha contra el crimen organizado. El eslogan fue "Para que la droga no llegue a tus hijos". Y la estrategia que se instrumentó fue la solución violenta.
Los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública aumentaron exponencialmente. Al igual que los pertrechos de guerra. La inversión en armamento y equipo bélico que se ha hecho en este sexenio no tiene precedente. Sin embargo, la cantidad de muertos también creció de manera alarmante. La guerra se instaló en varias ciudades y regiones del país. Las víctimas mortales suman más de 40 mil, y hay quienes estiman que al final del sexenio, la cifra podría llegar a 80 mil. En palabras del escritor y poeta Javier Sicilia, el Estado dejó de hacer su trabajo.
"Si a una ciudadanía se le instala el miedo. Si una ciudadanía no puede salir a las calles con seguridad, es señal de que el Estado no está cumpliendo su cometido. “Y si esa ciudadanía tiene que vivir bajo la violencia del propio Estado porque está combatiendo a delincuentes que existen porque el Estado no está cumpliendo con su trabajo, pues entonces ya no hay país, ya no hay ciudad, ya no hay nación, hay un darwinismo social, y eso es muy grave", afirma el escritor.
EL MAL DENTRO DEL GOBIERNO
No han sido una, ni dos, sino muchas veces las que Reporte Indigo ha dado cuenta puntual de que la delincuencia está instalada dentro del gobierno. Y no sólo en las esferas municipales y estatales, como sostiene el presidente Felipe Calderón, sino también en el ámbito federal. Sobre todo en la hipotéticamente pura Policía Federal. "Y si el Estado no está cumpliendo su función es porque la criminalidad también está dentro del Estado. Y si no saneamos las instituciones y el presidente de la República no quiere ver que también el problema de la delincuencia está dentro de la estructura del Estado, pues muy difícilmente vamos a poder recomponer esto", dice el agraviado Javier Sicilia, a quien esta situación le ha costado la vida de su hijo Juan Francisco.
Pero el gobierno no es el único responsable. Muchos actores han propiciado el despertar de este monstruo violento. Unos por complicidad, otros por la comodidad de la omisión. Quizá, aunque parezca tarde, deberíamos empezar a analizar con mayor detenimiento las causas reales del problema.
‘QUE LOS MATEN’
Muchos de los que viven cotidianamente la incertidumbre y el miedo, dicen que la única solución es aplicar medidas más extremas. Los que pueden, se van a vivir a otro país. Los que no, esperan que el gobierno extermine a los delincuentes. Y es que en algunas regiones del país ya no hay seguridad ni para ricos, ni para pobres. Nadie puede transitar tranquilamente por las calles de las ciudades ni por los caminos de México. Ni en una suburban, ni en un autobús.
Los macabros hallazgos de las narcofosas de San Fernando de Tamaulipas evidencian el extremo al que ha llegado la violencia. Y lo mismo aplica para las noticias de los secuestros y asaltos de autobuses y vehículos que transitan por las carreteras Monterrey-Reynosa, Monterrey-Nuevo Laredo, por citar sólo dos vías de alto riesgo.
Las ejecuciones, los granadazos y los narcobloqueos se han vuelto cotidianos en varias ciudades del país. Por eso no es extraño escuchar que alguien diga: "Que me perdone Diosito, pero ojalá que maten a todos los malandros, pero ya". Aunque en México no exista la pena de muerte, así se trate de delincuentes o "malitos". Pero a algunos les asalta la duda: ¿y si la pretendida solución del exterminio resulta peor?
Basta recordar el asesinato impune de los estudiantes Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo, hecho perpetrado hace un año por elementos del Ejército en el campus del Tec de Monterrey. A ambos jóvenes les sembraron armas para hacerlos pasar por sicarios. Lo mismo le pasó a Otilio Cantú, a quien no sólo le sembraron una pistola, sino que recibió 49 tiros de miembros del Ejército que portaban gorras de policías estatales. Hasta ahora, el gobierno no sabe qué hacer con los asesinos porque son militares.
ESTADO DE SITIO
Hay quienes proponen la suspensión de las garantías individuales para terminar más rápido y hacer más efectiva la lucha contra la delincuencia. Que sean los soldados, los marinos o los policías, y no los jueces, quienes decidan si los criminales pueden seguir viviendo o no. Suponen que así ya no habrá desgaste o desprestigio para las fuerzas armadas o las corporaciones policiacas. Si alguien rompe el Estado de sitio, puede ser ejecutado, sin más. Y sería legal.
En cambio, otros, como Javier Sicilia, Eduardo Gallo o Julián Lebarón, que han sufrido en carne propia la violencia más injusta, proponen soluciones de diálogo y pacto. Dicen que el problema no debe ser cómo mantener al Ejército en las calles, sino cómo irlo retirando. Consideran que el hombre no es un lobo para el hombre. Creen que es necesario aplicar medidas que hasta hoy no han sido tomadas en cuenta. Insisten en que las autoridades tienen que oír.
"Porque el ‘ya basta’ se volvió un ‘hasta la madre’, y después de ‘hasta la madre’, todo puede suceder’. Y no es responsabilidad mía, ni responsabilidad de la gente que va a marchar", dice Javier Sicilia. "Sino que es responsabilidad de las instituciones políticas, de los sindicatos, de los empresarios, de la misma Iglesia, que no quieren rehacer el tejido social y que siguen empecinados en sus egoísmos, en sus intereses mezquinos… La responsabilidad va a ser de ellos".
EL FINAL DE LA HISTORIA
Casi todos viviremos el final de esta historia. Para algunos, México va al despeñadero de la guerra civil. Para otros, acabaremos en una dictadura. Sin embargo, todavía hay millones que no pierden la esperanza. Para ellos, todavía hay una posibilidad de que no terminemos en un gran desastre nacional. Expertos en estos temas, como Ernesto Buscaglia, advierten que aún falta ver cosas peores, como en Colombia. Aunque hay otros, como el italiano Aldo Cívico, quien participó con Leoluca Orlando en la construcción de la paz en Palermo, que sostienen que es posible tener seguridad si aprendemos a gestar la paz.
¿Por qué no hacer el esfuerzo de tratar de entender las múltiples causas del problema y aprender a construir nuestra paz? ¿Por qué no imaginar, actuar y compartir soluciones para resolver nuestro drama nacional?
¿Por qué no ir a la marcha del 8 de mayo que convocan Javier Sicilia, Eduardo Gallo, Julián Lebarón y otros entusiastas mexicanos? ¿Por qué no seguir trabajando por la paz también al día siguiente?

GOLPE A LAS FINANZAS DE LOS ZETAS
Por Ángel Plascencia
El operativo en conjunto con militares, policías federales y estatales en los puestos de Reforma y Colegio Civil, fue un golpe directo a las finanzas de una agrupación criminal que ya controlaba la zona.
Por eso las reacciones como los bloqueos de vialidades del miércoles 27, podrían continuar.  Desde agosto del 2008, en Reporte Indigo Monterrey se reveló como Los Zetas obligaron a más de 11 distribuidores de películas clonadas a entregar este mercado de millones de pesos.  Y para marzo del 2009, en esta publicación también se reveló como la misma agrupación criminal estaba obligando a los puesteros que venden ropa, perfumería y licores, a pagar derecho de piso, como la mafia italiana. 
De hecho, aunque siempre defendieron a estos puesteros, esta vez los líderes sindicales de la CTM y la CROC no han reprobado con estridencia la actuación de la autoridad en el operativo,  porque el control de estos negocios ya no lo tienen ellos.  En esta zona controlada por Los Zetas, se veían hombres sospechosos custodiando sus entradas y salidas, cuya única función era vigilar quién entraba, quién salía y el modo de comportarse de los comensales.
Fue algo que varios reporteros de esta publicación pudieron comprobar en una investigación en febrero del 2010.