CLAROS Y OBSCUROS DE BEATRIZ.
Jorge Carrillo Olea
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        Una de las enseñanzas que cualquier persona pudiera derivar de la catarata de incidentes que se están dando a raíz del homicidio del sexenio, el de Torre Cantú, sería sus efectos de inimaginada magnitud. Las crisis siempre son pródigas en hechos notables, unos vergonzosos, negativos, otros encumbrados, ejemplares. Hasta el momento y parece que ya nada lo superará es la avalancha de irrespetos cometidos por tiros y troyanos a la luz del crimen.
        Es de lo más penoso que el propio presidente y su secretario de Gobernación se hayan llevado las palmas por sus hechos y omisiones. Déjenlo para algún pueblerino buscador de notoriedad, pero ellos no tienen derecho. Todos tenemos lugar a hacer disparates, el presidente de la república no. Y lamentablemente, en su apretadísima agenda del martes 29, se le dieron varios. Varios de mucha forma y de mucho fondo: 1. No asistir a los funerales del Dr. Torre Cantú por la ¿oportuna? recomendación de sus asesores. 2. Proponer una cadena nacional para enfrentar al crimen. Se montó en el duelo para buscar adhesiones, pero además si alguien quisiera responderle no encontraría en su exhorto el para qué, o el cuándo o el con quién. Llama al diálogo con una altivo enunciado de aquí los espero, además de que no plantea nada en concreto en particular. 3. Una vez más culpa al pasado, de la responsabilidad por la debilidad de las estructuras de seguridad.
En corto estas serían las motivaciones para dar lugar al insólito mensaje de Beatriz  mediante el cual se inscribe en la historia del partido como la más conspicua de sus presidentes, solamente detrás de Don Jesús Reyes Heroles y eso por razones diferentes. Beatriz se sublimó en el liderazgo de su partido. Planteo la emoción de éste en el momento de la tragedia, reclamó al presidente que se montara en ella políticamente proponiendo un diálogo oportunista en busca de reposicionar un liderazgo inexistente. Reclamo injusto ya que en casi cuatro  años no ha dado atención a ese recurso de convivencia cívica y política. Su desprecio por todo lo ajeno así se lo aconsejó. Tuvo frases durísimas, inéditas a un presidente, como acusarlo con toda razón de envilecer la política y de despreciar el hecho de que fueron los diputados priístas los que hicieron el quórum para que fuera posible su toma de posesión. También lo acusó de irresponsable y cortoplacista. Le echó en cara los casi 24,000 muertos, ¿cuántas veces Tlatelolco? Eso y muchas lindezas más. Calderón ordenó salir al ruedo por segunda vez en el día a su secretario de Gobernación para pronunciar un discurso casi ininteligible y vacío, solamente para indirectamente contradecir a Beatriz llamando a la unidad.
Beatriz se mostró ante la nación como un líder firme, de ideas claras, valiente, con arrastre, vigor y riqueza conceptual en defensa de los suyos, cumpliendo extraordinariamente con su responsabilidad. Vio la ocasión y la tomó, cumplió y se fortaleció. ¿Será eso el primer requisito que busque la ciudadanía en julio del 2012? Estos son los claros de Beatriz, de sus obscuros ya están hablando sus detractores.  
Los alcances del discurso de Beatriz son todavía impredecibles, como impredecibles son los efectos de corto y largo plazo del drama de Ciudad Victoria. Son también impredecibles porque el día en que esto se escribe, viernes 1/o, no habrá de verse terminados los coletazos de todo orden que se producirán. Lo acontecido sí tiene ya la fuerza suficiente para señalar que si el barco de Calderón hacía agua, con esto se ha ido a pique. El tren del presidente, como el que llega a la estación,  está resoplando vapor, expeliendo su última fuerza, llegando a un paro total. Nada más que este no llegó a la estación, se quedó lejos de ella.
Se avecina una crisis económica. UNO. Un mayor desprestigio internacional tendrá efecto en no más inversión extranjera, una más profunda caída del turismo y sí más salida de capitales. Una seña del miedo del gobierno es la suspensión de venta de divisas.  DOS. Vendrá una disminución del gasto interno. Quién en este ambiente no de incertidumbre sino de certidumbre de que ésto no marcha, va a comprar bienes costosos. Recomiendan los asesores financieros que es la hora de ponerse líquidos, de guardar o sacar dinero. ¿Por qué el oro está subiendo de precio?
La crisis política se concretará con las elecciones, las que tendrían  su propia significación y por supuesto los acontecimientos habrán dado aliento a que se vote más por el PRI. Una grave consecuencia a nivel legislativo es que ninguna ley calderoniana pasará y vienen la revisión de cuenta pública y el presupuesto. Las reformas están más muertas que ayer. El pacto PRI-PAN dejó de existir por el resto del sexenio, esto con todas sus consecuencias. La crisis social, derivada de la económica vendrá detrás
Mientras tanto el presidente en su laberinto y tan mal aconsejado observa su Waterloo. Quizá le hagan saber que ruedan por la calle ideas absurdas pero indicativas, como que el Senado de la República, con base en sus atribuciones declare la desaparición de poderes, lo que no tiene fundamento constitucional en el caso de los poderes federales. Pero él sigue dándose tiros en los pies. El mismo día, ante una concurrencia de setecientos  hispanófilos y tal vez para gratificarlos por discursos solidarios, el responsable de dirigir la Política Exterior, Art. 89. Frac. X, el presidente Calderón, transmitió a los asistentes una calurosa felicitación por haber España derrotado a Portugal. ¿Qué hacer, qué decir?

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